viernes, 29 de febrero de 2008

Too much ego

No es que prefiera un mamarracho por sobre el mendigo bien bañado que significan las imitaciones de Armani, es solo que ser extrañamente espontáneo e inigualablemente recalcitrante a veces me regocija… nadie se contrapone con verdadera vehemencia digna de considerar porque mas de algún incauto de modas ovinas pretende mostrar lo último en estética gritona de los suburbios extranjeros. Es decir, más de alguna vez se muestran hiper ventilados de tantas formas representativas de la seguridad, el estilo, el éxito reproductivo incluso, o mejor aun la imposibilidad de ser tocado por problemas mundanos, superficiales, que le podrían pasar a cualquiera. El hecho está en que si el sucedáneo puede tocarte y te sirve; bienvenido, el problema está en perder la cordura en el proceso, lo que es fácil; muy fácil, tanto que el miedo a lo que te puede representar tiene repercusiones muchas veces con consecuencias tan nefastas como teniendo los verdaderos problemas, los que existen; sugestión le llaman por ahí, reflejo condicionado… patrañas, la sobre valorada psiqué, el mal concejo de un profesional que se hace llamar experto de lo etéreo, de lo espiritual, de lo cotidiano, pero que por algo decide entrar en estos círculos, en fin. Seguiré prefiriendo espontaneidad hasta que puedan convencerme de lo contrario…supongo.

1 comentario:

tamy dijo...

mmm..... sabes algo? me gusto mucho... hay mas definicion que tanta frase decorativa. Hay esperanza contigo jajaja. Ya monii, cuidate, te ayoyo. Un bechito rande. Tau