lunes, 9 de abril de 2012

Meros Espectadores

El hombre arrogante se paró de su asiento antes que terminara la película arguyendo sin palabras que ya sabía el final de la película. 
Aquellos que lo hacen arrogante continúan admirándolo y preguntándose cuando serán ellos capaces de adivinar el final de la película. 
Aquellos que le dicen arrogante creen que ha sido muy arrogante pararse antes de ver el final de la película que ya todos conocen. 
Algunos se perdieron el final de la película criticando a los que dicen sin palabras conocer el final de la película, -unos arrogantes- dicen. 
El hombre arrogante toma una taza de café con algunos de sus amigos además de una amiga a la que estaba cortejando. 
A la vez la gente que critica a los arrogantes intenta entender el orden de los créditos una vez que se ha terminado la película que se perdieron por andar criticando a los arrogantes. 
Los que hacen arrogantes están tomando café riéndose de las hazañas de los arrogantes pensando en lo obvio de los finales de las películas y están preguntándose cuando tendrán el valor de invitar al arrogante (aunque sin palabras) a ver si gusta tomar una tacita de café.   
Los que le decían arrogante se les hizo tarde para tomar café y tuvieron que tomarse un copete para confundirse en la noche con todo el resto de las personas que al igual que ellos trataron de explicarse -hasta que se les hizo muy temprano- el porque de los finales de película a veces tan predecibles.